CENTRO MANDELA.
Las penurias de Braian en el paraje San Carlos-.
LAS PENURIAS DE BRAIAN
_____________________________________________________________________________________________________________________________________
Las penurias de Braian en el paraje San Carlos
El paraje San Carlos está ubicado cinco
kilómetros
antes de la localidad de General Vedia, de cuyo municipio depende. A
poca
distancia de la ruta provincial Nº 1 viven familias muy humildes,
que se
reconocen como moradores de este paraje
abandonado por quienes gobiernan.
El intendente de General Vedia es Jorge Rodríguez.
Raúl Alberto Vera (46) y Maida
Rodríguez (27)
viven con sus hijos en este paraje. Son los padres de Braian Vera (13
años),
que nació con parálisis cerebral severa, quién
sufre desnutrición asociada a
esa patología tomándose en cuenta su edad, sexo y talla. Su hermano, Raúl, tiene 3 años. La familia vive en situación de extrema
pobreza y de máxima exclusión. Perciben una
pensión de 4 mil pesos por la
discapacidad de Braian.
Producto de
la discapacidad que acarrea, Braian necesita
atención socio-sanitaria integral, que no se le brinda.
Cinco meses
atrás hasta les cancelaron la tarjeta alimentaria. Le
prometieron que
recibirían bolsines alimentarios.
Salud Pública deshumanizada y desorganizada
Nunca alcanzan los pañales, las leches
fortificadas y los medicamentos que entrega el hospital de General
Vedia. Braian debe ingerir regularmente
clonazepan,
fenovabital (anticonvulsivo) y novalgina, entre otros remedios.
Debería ser
controlado en el hospital de la localidad
y, en algunas oportunidades, en el Hospital Pediátrico de
Resistencia.
En la práctica tales controles muchas veces no se cumplen porque
Salud Pública
no dispone de ambulancias para trasladar
a Braian, y como la familia no tiene dinero no pueden contratar
remises.
Además, los automóviles no
son los
medios adecuadas para trasladar a Braian, aceptablemente cómodo
y seguro hacia
los hospitales.
En definitiva, el caso Braian también
refleja que
el sistema socio-sanitario funciona en forma
totalmente deshumanizada y
desorganizada, lo que es muy grave porque le quita calidad y
condiciones
de mejor vida a este adolescente, con notable repercusión
negativa en el
funcionamiento familiar porque condiciona diariamente a todos sus
integrantes.
La tortura de sobrevivir
Braian pasa la mayor parte del tiempo sentado en
una silla metálica, cuando por su patología
debería contar con una silla de
ruedas y una
cama, articuladas y especiales, en
función de la discapacidad severa que presenta. Son comunes e
inapropiadas las
camas donde duermen los miembros de la familia, en un solo dormitorio.
En
muchas ocasiones, cuando Braian no puede permanecer en la silla,
descansa en la
cama de sus padres. Así pasa sus días este adolescente.
La vivienda es muy precaria. Si
bien fue construida con ladrillos, en
verano es un horno y en invierno una heladera porque es baja, con
techos de
chapas y cielorraso precario, solamente en lo que sería la
cocina-comedor. El
dormitorio no cuenta con cielorraso. Lograron comprar un aire
acondicionado
convencional y un ventilador. El piso es la tierra misma. No terminaron
de
construir un baño interno para higienizar a Braian. Colocaron un
inodoro, en el
que escurren orines y eses con un tacho.
Todo este entorno agudiza los padecimientos del adolescente
discapacitado, en grado extremo.
General Vedia
General Vedia es una pequeña localidad
ubicada en
el departamento Bermejo, a 86 kilómetros
de la capital de Chaco. Los parajes San Carlos y El Retiro
integran su
ejido municipal.
Se publicita que la principal actividad
económica
de la localidad sería el turismo, a propósito del
balneario municipal
habilitado en el Río de Oro. Para
impulsar un turismo inexistente se divulga que allí se pueden
apreciar grandes
tacuarales, vegetación frondosa y añeja, mezcladas con
ejemplares de palmeras, pindó,
ambay y lapachos, más
una vista del histórico puente de madera, que fue
levadizo. Presentan
como las principales opciones la pesca de surubí, pacú,
boga y manduré.
Sin embargo, es una constante inexorable el
éxodo de la población, sobre
todo los
menores de 24 años, que se produce por falta de oportunidades y
de trabajo. Al
último censo (2010) la localidad contaba con 1.751 habitantes,
que comparado
con los datos de la década anterior
reflejaba un éxodo de casi 5% del total de la comunidad. Cifras
estimadas
posteriores a 2010 señalan un
porcentaje
(6,5 %) aún mayor de pobladores que
emigraron buscando nuevos horizontes educativos y laborales.